It’s an obscure landmark, but one that harkens back to an era that is both dark and fascinating all at once. The Black Cat Tavern operated as a popular nightclub on the outskirts of Murfreesboro in the period during and after prohibition. It is best described as a cave to which a man-made entrance was added, creating an enclosed space. It consisted of three rooms which included a dance hall, a dining room and a kitchen in addition to the natural cave area with an underground stream. Situated alongside a major highway but hidden by dense foliage, it remains virtually invisible to the average passerby.
Little can be confirmed regarding details of this establishment’s history, although enough rumors and second-hand stories exist to indicate it was a place that your mama would have probably told you not to go. That didn’t discourage those back in the ’20 from hanging out at the underground jazz joint that some have termed a “speakeasy.” It’s even believed that Jean Faircloth MacArthur, the 2nd wife of American general Douglas MacArthur, of WWII fame, partied here on occasion.
Overwhelmed with curiosity to learn more about the Black Cat, we decided to take a small expedition to this underground hideaway and see for ourselves. Arriving at the location, we cautiously slipped through the bars that block the entrance. We then examined each room of the dank edifice with our flashlights, clearing away a jungle of cobwebs as we made our way through. I’ll be the first to confess that the Black Cat is a little spooky. It’s not a place that I recommend going for a night out.
But the tavern wasn’t always such an eerie place. The walls were once covered in cedar planks, and heat was provided by a set of fireplaces which surely provided a warm ambiance during its heyday. It’s easy to imagine this place as a fun underground venue for nightlife.
We’ve all got romantic ideas about this era that are given to us by pop culture. But in reality it was still a relatively dark period in American history. Poverty and disease were rampant. At the local hospital, women were often given scopolamine, tied to tables and left to hallucinate for days before giving birth. Sexy times, eh? The Black Cat Tavern was nothing fancy. It was basically just a hole in the ground where people went to get drunk. But still it represents a part of American culture. Even the darker elements of our past in my opinion should not be forgotten.
The property is currently managed by the Murfreesboro Parks and Recreation Department and is closed to the public. Safety and adequate funding are likely the reasons that Black Cat has remained a low priority for historic preservation. The collapsed floors and broken beer bottles left by previous visitors make it a hazardous hangout.
Many fascinating monuments to American cultural history such as this are lost either through urban development or simply being allowed to deteriorate. Some remain hidden because they represent dark and uncomfortable periods in the past, while others are simply hazardous and inaccessible.
With enough encouragement from others who are aware of its historical significance, I think a gradual restoration of the Black Cat site might be feasible. It’s certainly worth a call to city officials at the Murfreesboro Department of Parks and Recreation to express your support for the idea of preserving this old-time venue. What you do you think?
Dentro la Taberna del Gato Negro
Es un monumento obscuro, pero uno que evoca una época que es oscuro y fascinante tambien. La Taberna del Gato Negro funcionaba como un popular club nocturno en las afueras de Murfreesboro en el período durante y después de la época de prohibición de alcohol. Se describe como una cueva, al que se construyó una entrada artificial a propósito de hacer un espacio cerrado. Consistía de tres áreas que incluyen un salón de baile, un comedor y una cocina, además de la zona de cueva natural con una corriente subterránea. Está situado junto a una carretera importante pero ocultos por el denso follaje, es prácticamente invisible para los transeúntes.
Muy poco puede ser confirmado con respeto a detalles sobre la historia del establecimiento. Sin embargo hay bastante rumores y historias de segunda mano que indican que era un lugar que tu mamá probablemente habría dicho que no vaya.
Esto no desalentó a aquellos en los años 20 de andar en el club del jazz subterránea que algunos han llamado una “speakeasy”. Algunos creen que quizás hasta que Jean Faircloth MacArthur, la 2da esposa del general Americano Douglas MacArthur (de la segunda guerra mundial ) se divertía aquí de vez en cuando.
Abrumado con curiosidad para aprender más sobre el Gato Negro, decidimos tomar una pequeña expedición a este escondite subterráneo y ver por nosotros mismos. Al llegar a la ubicación entramos con cautela a través de las barras que bloquean la entrada. Luego examinamos cada habitación del edificio húmedo con nuestras linternas, quitando una jungla de telarañas como hicimos nuestro camino. Seré el primero en confesar que el Gato Negro es un poco espeluznante. No es un lugar que recomiendo ir para salir de noche con amigos.
Pero la taberna no fue siempre un lugar tan inquietante. Las paredes estaban cubiertas de una vez en planchas de cedro y calor fue proporcionada por un conjunto de chimeneas que seguramente proporcionan un ambiente cálido durante su apogeo. Es fácil imaginar este sitio como un divertido lugar subterráneo para la vida nocturna.
Todos tenemos imagines románticas sobre esta época dado lo que vemos en la cultura popular. Pero en realidad era todavía un período relativamente oscuro en la historia estadounidense. La pobreza y la enfermedad eran rampantes. En el hospital local mujeres a menudo recibieron escopolamina, atada a las tablas y dejado a alucinar durante los días antes de dar a luz. Tiempos románticos ¿no crees? La taberna del Gato Negro no fue un lugar fino. Básicamente era sólo un agujero en el suelo donde la gente fue a emborracharse. Haber dicho eso todavía se representa una parte de la cultura americana. Incluso los elementos más oscuros de nuestro pasado en mi opinión no deben ser olvidados.
Hoy en día la propiedad está administrado por el Murfreesboro Departamento de Parques y Recreación aunque está cerrado al público. Seguridad y financiación adecuada son probablemente las razones por las que Black Cat ha mantenido una baja prioridad para la preservación histórica. Los pisos se derrumbó y botellas de cerveza rotas hacen que sea un lugar peligroso.
Muchos monumentos fascinantes a la historia cultural americana como esto, se pierden a través del desarrollo urbano o simplemente se permiten deteriorarse. Unos permanecen escondidos porque representan períodos oscuros e incómodos en el pasado y los otros son simplemente arriesgados e inaccesibles.
Con suficiente estímulo de personas que son conscientes de su significado histórico, creo que una restauración gradual del Black Cat podría ser posible. Sin duda vale la pena una llamada a los funcionarios de la ciudad en el Departamento de parques y recreación de Murfreesboro para expresar su apoyo a la idea de preservar este local antaño. ¿Qué opinas tú?